Templo Parroquial de San José

La construcción del Templo Parroquial de San José del Parral data de 1678, pero antes de este templo, tal como lo conocemos hoy, existió otro que se construyo  en 1638; por la falta de un templo parroquial en el cual se prestaran los servicios espirituales, ya que durante algunos años se utilizaron algunos templos particulares o cofradías para realizar los diferentes servicios espirituales.  

Antes de la construcción del primer templo parroquial, para poder atender espiritualmente al gran número de mineros que llegaban a las ricas minas recién descubiertas, se construyeron dos ermitas: una atendida por el clero secular (capilla de la Veracruz situada en lo que es hoy la plazuela Morelos), y otra construida por los franciscanos a la otra banda del rio. Lo cual suscito una división y una gran lucha de jurisdicción eclesiástica que duro casi todo un siglo.

Por esta razón el gobernador de la Nueva Vizcaya, Gonzalo Gómez de Cervantes, pidió en marzo de 1632 al obispo Alonso Franco y Luna que le propusiera una terna para designar un cura para el naciente Real del Parral. En 1633 se empezaron las obras para el templo parroquial a un costado de la plaza mayor a cargo de Cristóbal de Porras, y en enero de 1634 fue nombrado Juan Robledo como nuevo párroco. En 1635 se pasó la obra a Juan de Rivera y a Francisco Martín que se comprometieron a terminar una iglesia de adobe de 50 varas de largo por 10 de ancho (41.90 x 8.38 mts.) que finalmente fue acabada hasta 1639.

La prosperidad de Parral en el siglo XVII fue tal que los Gobernadores de la Nueva Vizcaya abandonaron su capital oficial, Durango, para radicarse en el nuevo poblado desde 1632 hasta 1738. Los vecinos principales determinaron en 1672 que construirían una nueva parroquia digna de su población. Localizándola donde estaba la anterior. Las obras empezaron hasta 1678, que es la fecha inscrita en el arco frente al altar mayor. Por las fechas inscritas en el interior del templo, primero se terminaron el presbiterio (espacio que rodea al altar mayor) y el ábside (parte situada en la cabecera del edificio), mientras el coro y la totalidad de las obras se acabaron hasta 1686. La dedicación fue en diciembre del mismo año; pero los libros de fábrica no mencionan el día exacto.

Luis Raúl Hernández Torres.

Colaborador de CODIPACS