B. Equipos Parroquiales:
Está integrado por los coordinadores de cada uno de los grupos y movimientos juveniles de la parroquia. Permanecen por un tiempo de dos a tres años, después de los cuales es conveniente su renovación para permitir la participación de otros (n.595). Es encabezado por el coordinador parroquial.
Sus tareas principales son:
a) Animar el proceso de educación en la fe, de los jóvenes de los grupos.
b) Concretar las líneas y proyectos determinados por la Asamblea Parroquial de Pastoral.
c) Promover actividades de animación, formación, coordinación y planificación para todos los grupos juveniles.
d) Articular la Pastoral Juvenil a la pastoral parroquial, especialmente a través de la participación en el Consejo Pastoral Parroquial.
e) Sensibilizar a la comunidad parroquial sobre la realidad juvenil, y favorecer la toma de conciencia y la realización práctica y efectiva de la opción preferencial por los jóvenes.
f) Organizar una Pastoral Juvenil a partir de los ambientes vitales.
Metodología: Reunión semanal de coordinación y una vez al mes todos los grupos en asamblea, para fomentar la comunión.
Coordinador Parroquial de Pastoral Juvenil (CAPyM n. 597) en comunión con el Equipo y con el Asesor, es responsable de la articulación de las experiencias juveniles de la parroquia. Anima al Equipo a asumir las tareas que le corresponden, busca garantizar que se realicen los procesos y facilita la utilización de los servicios que se ofrecen desde las instancias decanales, diocesanas y nacionales. Favorece la comunicación del Equipo y el Asesor con el párroco y con los demás agentes de pastoral de la parroquia.
Asegura la presencia de la Pastoral Juvenil en las instancias de coordinación más amplia. En nombre del Equipo, convoca a la Asamblea y representa a la Pastoral Juvenil en la coordinación decanal y diocesana.
Además, en nuestra diócesis insistimos que ya desde los primeros meses de su servicio visualice junto con el Asesor un sucesor. Recomendamos una duración del servicio de 2 años. Insistir en que pertenece al Consejo Parroquial y que participe en él.
Asesor Parroquial. (CAPyM n.598) Favorece el protagonismo juvenil, facilita recursos de formación y apoya prioritariamente la acción de los animadores y del Coordinador, sirve de enlace entre el mundo juvenil y el mundo adulto de la parroquia y se convierte en un apoyo fundamental para la Pastoral Juvenil. Puede ser un sacerdote, religiosa, un laico o un matrimonio.